La gestión de la seguridad informática en la empresa es vital. No es de extrañar que cada vez más compañías inviertan en formar a sus empleados con el objetivo de incrementar la seguridad en su organización. No solo eso: autónomos, pequeños empresarios y, en menor medida, desempleados (también afectados por ERE o ERTE), se forman para luchar contra la ciberseguridad en la pyme o en la empresa para la que trabajan.
¿Qué consejos debemos considerar para gestionar bien la seguridad informática en las pequeñas empresas? Repasamos siete en este artículo, los más importantes, a continuación.
Los siete consejos para una gestión de la seguridad informática excelente
Invertir en seguridad informática está de moda. Tanto empleados como empresas conocen ya los motivos por los que es tan importante garantizar la ciberseguridad. Por ello, al alcance de todos nosotros, están diferentes cursos para la gestión de la ciberseguridad para autónomos, pymes y particulares, con los que podemos aprender mucho sobre seguridad. Pero antes de que podamos formarnos al completo, dejamos una serie de consejos para que la gestión de la seguridad informática en todos los sectores de la empresa sea máxima.
1. Establecer políticas de seguridad informática
En primer lugar, debemos tener en cuenta la importancia de contar con un plan de acciones para afrontar posibles riesgos en materia de ciberataques. Estas políticas, conocidas también como PKI, pueden abarcar desde una pequeña empresa, grande o incluso un edificio entero.
Es muy importante que todos, como empleados, independientemente de la jerarquía que ocupemos dentro de la compañía o negocio, conozcamos, además, objetivos de seguridad o procedimientos, los cuales deben ser accesibles para cualquier trabajador. No solo eso, sino que el contenido del mismo debe ser entendible, por lo que es necesario, en la mayoría de casos, formarse para entender este tipo de documentos.
2. Realizar auditoría y normativa de seguridad para tu negocio
¿Conocemos cuál es la situación de la empresa? ¿La compañía es vulnerable ante posibles ataques? Para ello, el segundo consejo o, mejor dicho, acción a realizar, es el de una auditoría informática, en materia de seguridad, que nos diga la situación real de la organización. La auditoría debe analizar todo tipo de aspectos, también la gestión de sistemas, para identificar las vulnerabilidades presentadas en servidores, redes de comunicaciones o de trabajo.
Tras los resultados, lo ideal es apostar por una normativa clara que logre proteger a la compañía de posibles ataques. Para ello, existen normas ISO de gestión de riesgos en la organización que podemos aplicar.
3. Establecer estrategias de seguridad
Si lo deseamos, las estrategias de seguridad pueden complementar a la normativa mencionada anteriormente. Podemos optar por aplicar las siguientes estrategias de ciberseguridad en la pyme, empresa o negocio. Son pocas, pero existen decenas más, las cuales se pueden aplicar.
- Respaldo a la información con copias de seguridad, las cuales deben realizarse de manera automática y guardadas en un almacenamiento en la nube.
- Identificación de todo tipo de riesgos o errores en los medios ofimáticos.
- Usar versiones recientes de sistemas operativos, antivirus, firewall, etc. Si no es así, siempre debemos optar por actualizar, de manera controlada, los sistemas.
- Usar o identificar las principales aplicaciones o funcionalidades que afecten a las políticas de seguridad informática.
- Prestar atención al acceso público a Internet, especialmente en las conexiones WiFi.
4. Exploración de las redes
La exploración de las redes consiste en aplicar diferentes métodos para lograr atacar las comunicaciones que hay en la red, algo que nos permitirá engañar a los ciberdelincuentes. ¿El objetivo? Como es lógico, parar cualquier acción desde la exploración. Evitaremos, así, el ataque a redes informáticas, evitando que cada equipo conectado salga afectado. Es importate conocer las últimas alertas al respecto.
5. Conocer los ataques remotos y locales: ambos son muy importantes
Es muy importante este punto. Muchas personas creen que sus negocios deben protegerse de ataques exteriores, algo que está bien, pero no le dan importancia a los locales, los que proceden de personas de dentro de la organización. Es decir, de otros trabajadores que manejan una gran cantidad de datos e información sobre la compañía y que pueden usarlos para fines ilícitos.
No obstante, ambos ataques (locales y remotos) pueden combinarse. Un ejemplo: existen atacantes que envían correos fraudulentos, engañando al personal de la empresa y convenciéndoles de que son clientes o personas que trabajan para la compañía. Por ello, es importante la formación en este aspecto para evitar caer en la trampa de estos ciberataques.
6. Aplicar criptografía y criptoanálisis
La aplicación de la criptografía se aplica ya, en decenas de miles de empresas, desde hace varios años. Permite una gran protección de datos, a través de la transformación de mensajes inteligibles (códigos o cifras) con otros que no lo son. Estos mensajes únicamente los conocen emisores y destinatarios. Estos códigos se devuelven en su forma original sin que nadie llegue a entender el cifrado de los mismos, algo conocido como «criptograma».
Para la apertura del criptograma, se utiliza el criptoanálisis, cuyo fin es el de encontrar las debilidades en sistemas y romper toda su seguridad.
7. Protocolos de autenticación
La autenticación es conocida como el proceso en el que se confirma que alguien o algo es quien asegura ser. La parte que verifica la identidad es conocida como verificador. Por otro lado, quien identifica es el probador (que es normalmente un sistema cuya misión es la protección de recursos).
Para que sea viable y segura, la autenticación debe contar con unas características, que dejamos a continuación:
- Soportar cualquier ciberataque.
- Respuesta directa, sencilla, inteligente e inmediata en todo tipo de situaciones.
- Su fiabilidad debe ser elevada y con probabilidad muy elevada.
Invertir dinero en la gestión de la seguridad informática en la empresa es algo que deberían hacer todo tipo de compañías, las cuales son conscientes de todo tipo de riesgos y forman a sus empleados para conseguir la seguridad informática, prácticamente plena, en su organización. No obstante, a los cursos formativos también acceden todo tipo de trabajadores, desempleados o autónomos que desean protegerse de cualquier ataque en sus negocios o ampliar sus conocimientos. Proteger a la organización es posible.